La Dukesa

Las dos caras Tengo miedo de mí misma; puedo ser tantas y ninguna.  No sé qué cara me acompañará hoy.  Cada día me levanto con la incertidumbre de qué lado dejaré salir,  ¿el qué sirve o el que destruye? La loca Pues sí, soy una loca a la que nada le llena, nada le gusta, todo le amarga y morirá en soledad.  Tenían razón aquellos que decían que jamás voy a conocer la felicidad.  Me aburre mi vida, pero me aburre aún más no saber cómo acabar con ella. Esa muerte Mis demonios me perseguirán adonde vaya, y quizás esa muerte que tanto deseo  y busco en este momento no quiere “rescatarme” de mí misma,  porque sabe que al final me reencontraré.  ¿Dónde está la justicia? Yo no pedí nacer,  en cambio sí pido morir, al final me daré cuenta de que siempre perdí. Suicidio  Hasta aquí llegué.  No doy más.  Agradezco a todos los que fueron parte de la vida, y a ese ser que me dio este presente que hoy decido devolver; aunque dicen que lo que se regala no se regresa, a mi este mundo no me interesa. 

  Lo que una vez creímos Creímos ser inmunes a todo.  Pensamos que lo peor que podía pasar en el mundo estaba totalmente lejos de nosotros, y olvidamos que todos somos del mismo lugar  y que la tierra no deja de girar.  Jamás nos imaginamos que aquello por lo que se nos iba la vida, en verdad no tenía valor; el dinero dejó de dominarnos, porque no somos nada. Promesa  Dios se apiade de nosotros y limpie el dolor, para que nos venga a rescatar como un día lo prometió. 2020 2020 es la suma de una cuarentena.  Porque ella, en medio de alaridos lo pidió. Nuestro egoísmo no la oyó.  Así que un buen día se cansó.  Y sin hacer ruido, en paz se acostó.  Muchos se acostaron junto a ella, y no vieron más el sol.  Solo han quedado los de buen corazón.  Hemos decidido cuidar a aquellos a los que antes no prestábamos atención.  Nuestros más viejos necesitan cuidado.  Nuestros niños fuera del juego han quedado.  Los animales se han tomado la libertad que les corresponde.  Y nosotros hemos tenido que

  Mariposa Necesitaba encontrar libertad y la hallé en tus alas largas, poderosas y majestuosas.  Tu vuelo me inspiró a seguirte, porque siempre serás ese viaje que elijo hacer cada vez que me siento perdida.   Eres mi ejemplo, porque siempre me iré de donde ya no sea mi lugar.  Tendré alas suficientes para hacerlo una y otra vez. Yo misma decido qué tan alto volaré.  Ellos Mi llanto no cesaba, mientras ella me miraba, como si entendiera todo lo que me pasaba.  Puso su pata en mi mano en símbolo de complicidad. Yo sonreí y entendí que esa es su única misión: amar, amar sin condición, sin ningún interés, sin juzgar ni pretender.  Ellos ya saben lo que a nosotros, pese a los años, nos cuesta entender. Al mar Al mar le pido que se lleve mis penas, lave mis heridas y me devuelva la paz.   En el mar yo encuentro dicha e inmensidad; aquí dejo lo que no me sirve y me recargo de lo que me voy a llevar.

Insomnio Todas mis noches de insomnio valdrán la pena, siempre y cuando este tiempo sin ti lo recupere contigo.  La oportunidad No he sido feliz. No he tenido paz. Quiero que entiendas que estábamos en tiempos diferentes, pero ya ha llegado el momento preciso para no perder más. ¿Te quedas o te vas?  Añoranza Los abrazos no siempre se le dan a la persona correcta; a veces son la añoranza de estar en otros brazos e imaginar que, justo allí, en ese momento, son los que nos rodean.

Amor Ella: Yo no creo en el amor. Él: Yo creo en ti y eso es igual que creer en el amor. Ser yo Ella: ¿Me extrañas? Él: No. Me extraño a mí antes de conocerte a ti. Ella: ¿Cómo? Él: Sí, al menos podía ser libre, podía ser yo.  Hoy solo estoy atado a tu recuerdo. Que te enamores Él: Pide un deseo. Ella:  Que seas yo por un instante para que sientas lo que siento por ti y cuando vuelvas a ser tú, te enamores de mí.  

  La mujer en el espejo Quiero ser esa valiente que hoy se refleja frente a mí.  La miro y no la reconozco, pues se me esfumó entre algún recuerdo.  Sus ojos me dicen que fue tan feliz que siento tristeza. Su boca me dice que la dulzura alguna vez habitó en esos labios. Y ese cuerpo estoy segura de que desencadenó pasiones interminables con su cercanía frente a otros cuantos. Cuando miro a esa mujer no puedo dejar de preguntarme, ¿quién me la robó?  Ahora, habito un ser que no soy yo. Creemos Y nos creemos libres cuando somos presos de tantos recuerdos, de tantos silencios, de tantos momentos. Creemos ver las alas desplegarse cuando en realidad están reacias a volar. Lágrimas Las lágrimas que hoy se derraman son una parte esencial de la fortaleza del mañana.